Quinta búsqueda oficial: 1983
Intentar hallar túneles, una vez más. Esa sería la intención de la quinta búsqueda oficial del tesoro, para la cual se obtuvo permiso a fines de 1982. Esta vez, el titular sería el Sr. Adalberto Wolf.
Por espacio de un mes se llevarían a cabo excavaciones durante 1983, para lo cual el buscador seleccionó a la empresa "Ingeniero Alberto Canabal". ¿Y cuál sería el punto focal? Lo indicó a la prensa el Sr. Wolf:
"La clave para el hallazgo parece estar en el subsuelo de lo que, en otros tiempos, fue una cripta o una vieja capilla, donde hay extraños signos y cuyo piso suena hueco"
Como se ve, volvemos a encontrarnos con el problema de la vieja capilla, pero esta vez pensando que estaba localizada al sur de las búsquedas anteriores, en el tercer sector del Cementerio Central. De acuerdo a lo indicado por el nuevo buscador, es de allí que partiría un túnel que, no sólo pasaría por debajo del Panteón Nacional, sino que se extendería hacia afuera del cementerio hasta la calle Isla de Flores.
Se trataba en realidad de una cripta antigua, rectangular, que presentaba baldosas contrastantes, una pared de apariencia diferente a las otras y rejas que, según especulaciones, permitirían el acceso a túneles antiguos. La "pared diferente" estaba hecha de ladrillos, no revocada.
Esta quinta búsqueda oficial supo de percances también, entre ellos las copiosas lluvias que se produjeron en febrero del '83 y que complicaron sobremanera las tareas de excavación y exploración.
Cuando las condiciones mejoraron, se logró avanzar bastante en la intención de ir realizando cateos en el muro de la cripta.
Posteriormente, parecieron surgir renovadas esperanzas, siempre basadas en la suposición que, tras el muro de ladrillo y piedra, se alcanzaría a penetrar en los túneles que se buscaban.
Incluso, en cierto momento de los cateos, se pensó que se estaba perforando una lámina de metal, lo cual hizo pensar de inmediato en una posible puerta de hierro que diera acceso a pasadizos ocultos. Pero luego se descartó esa posibilidad.
Finalmente, en marzo de 1983 se produjo otro misterio dentro del misterio: los trabajos que se estaban realizando dieron indicación de que el piso bajo la cripta era hueco, pero cada vez que se localizaban los puntos, se levantaban las baldosas y se procedía a excavar el material de relleno y el piso de ladrillos, sólo se llegaba a roca sólida. Consultado el equipo técnico y algunos referentes traídos a los efectos, no pudo solucionarse el problema: nunca llegó a entenderse por qué suena hueco el piso sin que se puedan determinar los puntos exactos a perforar.
Como sea, casi agotados los plazos se llevó a cabo una reunión de evaluación, al cabo de la cual se decidió dar por finalizada esta búsqueda.
