Sexta búsqueda oficial: 1984-85

 

Apenas apagados los ecos de la búsqueda de 1983, la Sra. Gutiérrez de Valdez obtendría un nuevo permiso para realizar excavaciones, las cuales se llevarían a cabo en 1984 y 1985. Así lo comentaba el semanario "Jaque":

"Cuando se inicien los trabajos, junto a funcionarios municipales, personal de una empresa privada y los periodistas de siempre, estará la Sra. María Sofía Gutiérrez de Valdez, usufructuaria del permiso para catear el terreno con el fin de localizar unos túneles que, según muchos creen, yacen a varios metros de profundidad. En ese momento recomenzará una vieja historia de intentos infructuosos inaugurados por las hermanas Masilotti en 1951"

Como se ve, este tesoro tuvo la particularidad de ser buscado, ante todo, por mujeres. A diferencia de otros muchos tesoros pesquisados en todo el mundo, en este caso la tenacidad y el empuje provino de las damas, tanto de las hermanas Clara y Laura Masilotti como de la Sra. Sofía Gutiérrez. Puede decirse que la actuación del Sr. Wolf fue tan sólo una excepción.

Una vez más, la autorización otorgada hizo hincapié en tomar medidas tendientes a no perturbar el normal funcionamiento del cementerio, así como evitar la presencia de multitudes de curiosos. Por eso se estableció que los trabajos deberían realizarse entre las 18 y las 22 horas. Y así fue que durante 1984 se llevaron a cabo una serie de cateos, que finalizaron el 31 de octubre de ese año y cuyos resultados fueron considerados como muy prometedores por la interesada.

Las tareas para 1985 iban a ser mucho más específicas. La idea era realizar una serie de perforaciones en las cercanías del Panteón Nacional, para estudiar si se encontraban huecos luego de atravesar las capas del subsuelo. En caso afirmativo, se haría una excavación en toda regla, intentando alcanzar más allá de los ocho metros de profundidad. Nos informa la prensa:

"Ninguno de los buscadores de tesoros llegó a los nueve metros, que parece ser la profundidad mínima en que se hallarían los pasajes subterráneos. Ni las hermanas Masilotti ni el Sr. Adalberto Wolf (que seguía otro derrotero) pudieron dar con el hueco que albergaría la inmensa fortuna. La señora de Valdez, que no se desalentó por su primer fracaso, irá por la revancha"

Lo interesante de hallar túneles no radicaba exclusivamente en seguirlos para encontrar el tesoro. Para los historiadores locales, quizás representasen un tesoro de información. Así lo manifestaba en su momento el aquitecto Francisco Seré, en ese entonces Director de Planeamiento Urbano y Cultura de la Intendencia:

"Independientemente de que se descubra o no el túnel buscado, existe un aspecto más importante que el propio tesoro, y es el posible descubrimiento de otros túneles que se encuentren allí. Ellos tendrían una gran riqueza, pues constituyen parte de la ciudad. No se ven, están tapados, pero son parte de nuestra historia"

Entretanto, la Sra. Gutiérrez señalaba que, a su juicio, los cateos que había hecho la habían puesto en un punto inmejorable:

"Se buscaba una piedra vertical que sirve de pared a un túnel, que lleva a una pequeña cripta de mampostería, detrás de la cual está el tesoro. Y yo ya tuve éxito, estoy en el túnel. Tengo un certificado del Instituto Geológico, que confirma las apreciaciones que siempre hice"

Sin embargo, las tareas que se hicieron a posteriori no condujeron a resultados tangibles, no se encontró la red de túneles esperada ni tampoco el tesoro. La Sra. Gutiérrez intentó continuar los trabajos, pero no le fue autorizada una prórroga. Y así finalizaron estas excavaciones en 1985, que constituyeron la última búsqueda oficial del tesoro.